26 de desembre 2021

Hem participat al Congrés Internacional LA CULTURA DEMOCRÀTICA I L'EDUCACIÓ PER AL FUTUR.

 


... La cultura democràtica representa l’eix principal d’aquest Congrés i Jornades. Volem conèixer la situació actual de la cultura democràtica en les polítiques i les pràctiques a l’educació en general, i a l’ensenyament de les ciències socials en particular. Pensem que es important debatre i compartir experiències sobre per què i com incorporar la cultura democràtica a l’ensenyament o a la formació del professorat...

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 ...En aquesta línia, la formació, tant inicial com permanent del professorat, té una rellevància cabdal i és un element clau per trobar eines que millorin l’educació democràtica i la participació...

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... El Congrés ha de ser una bona oportunitat per connectar la teoria i la pràctica, les realitats educatives de cada centre amb les propostes educatives més generals, el dia a dia de les aules amb les investigacions que es desenvolupen en l'àmbit universitari...

 

 


El passat 22 d’octubre de 2021 el grup TREPITJANT va presentar el seu projecte “Què hi fem? Més de cent casos reals per reflexionar sobre la convivència als centres docents.” Al CONGRÉS INTERNACIONAL, LA CULTURA DEMOCRÀTICA I L’EDUCACIÓ PER AL FUTUR.

La intervenció en format de comunicació online va tindre lloc a les XVIII Jornades Internacionals de Recerca en Didàctica de les Ciències socials.

 La participació del nostre grup va ser el divendres 22 a les 16 hores en la sala 1 moderada per la Doctora Maria Bellbé i va estar a càrrec de Júlia Villaescusa, membre del grup que va estar acompanyada per Regina Banyuls, Enric Ramiro i Carles Carrera.

 La nostra intervenció va consisitir en la contestació a 3 preguntes fetes des de l'organització del congrés i que adjuntem a continuació:

 

1. ¿Cómo ayudan los problemas sociales a la formación de una ciudadanía crítica y democrática?

Bona vesprada des de València. Muchas gracias por la oportunidad de presentar nuestro trabajo aquí.

 

Nosotros pensamos que los problemas sociales son fundamentales para formar una ciudadanía crítica i creemos que hemos de comenzar por la formación de los y las docentes, tanto en la formación inicial cómo en la permanente.

En las aulas el profesorado es el que ha de garantizar la libertad,  la igualdad de oportunidades y la participación democrática del alumnado. En este sentido estamos muy de acuerdo con la exposición del profesor Roberto García Morris de esta mañana.

 

Mientras no exista una asignatura específica en las carreras docentes, proponemos una serie de fichas con casos reales que se han presentado en los centros dónde trabajamos, desde Infantil hasta la Universidad, que se han resuelto, evidentemente, porque son reales pero la solución  no la contamos, se trata de que  los futuros profesores y profesoras, a partir de una preguntas que pueden guiar de alguna manera las posibles actuaciones a realizar tendrán que reflexionar, debatir i proponer actuaciones para resolver conflictos o llegar a consensos.

 

Hemos de tener claro que la manera en que un centro educativo da respuesta a los hechos de cada día perfila la manera de ser de los miembros de la Comunidad educativa, por tanto no podemos pretender EDUCAR EN  LA CIUDADANIA CRÍTICA Y DEMOCRÁTICA  y crear espacios escolares dónde no se admita el dialogo y la participación o dónde no se trabaje la escucha y el trabajo cooperativo, por ejemplo. Y todos y todas sabemos que no es tarea fácil dadas las miles de cosas que tenemos que abordar cada día en nuestras clases. No es fácil pero es posible. Eso sí, hemos de prepararnos para ello porque en nuestro trabajo estamos tomando decisiones cada minuto sobre temas que no sólo son del currículo  y esas decisiones determinan también las posteriores respuestas de nuestro alumnado ante hechos parecidos. Ya sabéis que educamos por modelaje. Gracias


 

2.  ¿Qué tipo de relatos se deberían de proponer en el aula para formar una ciudadanía democrática?

 

Seguimos insistiendo en que los relatos han de partir de la realidad, de la vida cotidiana del centro, porque el centro es una comunidad de aprendizaje, pero sobre todo es una comunidad de convivencia, lo que quiere decir que tenemos un espacio perfecto para utilizar el diálogo para abordar los conflictos cotidianos y para llegar a consensos satisfactorios que nos lleven a la cultura democrática y participativa.

 

La organización del aula, con sus tiempos y espacios, con sus asambleas diarias o semanales, con la elección de temas para proyectos grupales, con la diversificación de las metodologías… nos puede ayudar. Pero también la organización del centro, las Asambleas de representantes de aula con la Jefe de Estudios, la participación en trabajos interniveles, el compromiso de mantener limpio o de cuidar el entorno verde de nuestra escuela, la organización de las celebraciones y fiestas atendiendo las propuestas de cada clase, el planteamiento de situaciones-problema para debatir….

 

Otra vez hablamos de cuestiones cuya práctica  se ve muy poco en la formación inicial del profesorado. Ser docente es mucho más que impartir clase de diferentes áreas, ser docente es saberse comprometido en la educación de los más jóvenes para que éstos conformen una manera de entender el mundo y de posicionarse ante él en temas tan importantes como la agenda 2030, la acogida de las personas que vienen de fuera, los desahucios, la brecha de género,  la salud o el deporte. De ello dependerá cómo las nuevas generaciones actúen para transformar realidades i mejorarlas desde una mirada más justa y solidaria.

 

Todo es más global de lo que pensamos y tal vez sea hora ya de creer el proverbio africano que dice que  “educa la tribu” y empezar a abrir las puertas de nuestras aulas y de nuestros centros. Muchas gracias.


 

3. ¿Cómo podemos formar y evaluar la participación democrática de nuestro alumnado?

 

Para formar en participación democrática hemos de estar dispuestos a ser empáticos, a no imponer  y a saber  acompañar, a  ponernos en el sitio de la otra persona, a crear ambientes  cómodos y acogedores para todos y para todas… Hemos de saber adaptarnos a los posibles cambios en nuestras programaciones porque hemos de dar prioridad a crear una cohesión del grupo-clase y una complicidad entre todos sus miembros, cuestión imprescindible para  que se produzca cualquier tipo de aprendizaje. ¡Se trata de poner mucha estima y amor!

 

El trabajo emocional y el bienestar del alumnado y de los miembros de la Comunidad Educativa,  será,  pues,  fundamental.

La participación en proyectos de la localidad o el barrio, el aprendizaje servicio que nos hace aprender pero que comporta una mejora para nuestros conciudadanos, el poder compartir experiencias y vivencias, nos darán argumentos para  evaluar un proceso complejo en el que las actitudes, la participación y el punto de vista personal, en forma de autoevaluación, y grupal, la coevaluación,  nos ayudarán a explicitar lo aprendido y lo vivido.

Para ello, instrumentos como la RÚBRICA,  nos pueden ser de gran utilidad y las valoraciones orales después de la actividad  también. Hemos de tener claro que la evaluación ha de servir al alumnado para que se empodere, para que ponga el acento en su participación y su compromiso con lo colectivo.

Por eso consideramos tan necesario que los futuros docentes se entrenen en saber establecer relaciones positivas entre las personas y por eso os brindamos un material para que ya desde la formación inicial,  en los Másteres pertinentes o en los Claustros, si es el caso, miremos  colectivamente qué modelo estamos dando a nuestros alumnos y alumnas y si éste favorece o no la adquisición de competencias para la cultura democrática.

¡Ánimo y a seguir!  Muchas gracias.